El nuevo Tesla Roadster está aún en la incubadora. Presentado de manera preliminar este año y con unas expectativas que pretenden superar todo lo inimaginable, durante estos días los nuevos clientes de Tesla que han ido a recoger sus respectivas unidades han podido ver una de las unidades ya fabricadas en la planta que Tesla tiene en California, más concretamente en Hawthorne. ¿El resultado? Poco más que añadir.
Estéticamente el nuevo Roadster marca le paso respecto al anticuado proyecto que sustituirá en solo unos años. Aunque el interior se antoja aún como un prototipo y es obvio que el concepto en sí requerirá cambios de cara a poder rodar por carretera -sobre todo en Europa-, el nuevo Tesla Roadster se mantiene ecuánime en lo ya visto anteriormente y no esconde un diseño y una garra visual que lo sitúa a la vanguardia. Razón parece, de sobra, para que la expectación continúe en aumento. No ya solo por el Roadster en sí, sino por lo que supondría en Tesla implementar la misma tecnología en el resto de modelos. Las diferencias respecto a las principales marcas europeas, sería insalvable a todas luces.
Las cifras que Elon Musk y su equipo hicieron públicas al momento del debut preliminar del nuevo Tesla Roadster se mantienen intactas: 0 a 100 kilómetros por hora en 2 segundos, 0 a 160 km/h en 4.2 segundos, velocidad máxima superior a 400 km/h, autonomía de 1.000 kilómetros… son cifras de ensueño que ninguna marca puede alcanzar hoy día ni siquiera de forma aproximada. Según Tesla estas mediciones serán absolutamente reales, en gran parte, gracias a las baterías en estado sólido. Un pack de 200 kW/h, tres motores eléctricos -dos en el eje trasero y uno en el delantero- permitirán que el nuevo Roadster vuele, casi literalmente, con tracción total y un precio base de 250.000 dólares en Estados Unidos.