El nuevo Porsche 911 ya está aquí. Catalogado como el coupé alemán por excelencia más avanzado hasta la fecha, desde Stuttgart tienen perfectamente organizado el cronograma de los próximos años. Y entre lo más destacable, más allá de las nuevas versiones de alto rendimiento y altas prestaciones, destaca la incorporación, por fin, del Porsche 911 híbrido.
No será pronto: Porsche esperará hasta la renovación de medio ciclo del 911 para llevar al mercado esta motorización. ¿Por qué esperar? Parece lógico: desde la casa alemana saben que el mercado de los deportivos híbridos aún está emergiendo y en este aspecto, cada año que pasa es un mundo de desarrollo por delante. Esperar cuatro años más para lanzar esta versión, será clave para que el 911 híbrido cuente con unas prestaciones y unas cifras que por ahora, no podríamos atrevernos a confirmar.
A diferencia de los híbridos que Porsche ofrece actualmente, el 911 híbrido estará orientado cien por cien a la búsqueda de la deportividad y capacidades dinámicas. Es por ello que la incorporación de una tecnología lo más moderna posible se hace imprescindible. No podemos descartar el uso de baterías en estado sólido, más bien esta opción queda relegada para el 911 eléctrico de la próxima generación, a finales de la próxima década. Las baterías de litio-ión serán las utilizadas en el 911 híbrido, que servirán para alimentar uno o dos motores eléctricos instalados en el eje delantero.
Cabe destacar que el Porsche 911 híbrido podría no contar con un sistema de híbrido enchufable: las baterías se recargarán de forma autónoma con sistemas de recuperación de frenada y diversos sistemas de inercia. Es aquí donde cabe la opción de si finalmente habrá enchufe, o de lo contrario el sistema de recuperación de energía será totalmente autónomo. Por ahora, queda mucho desarrollo por delante… y se prevé apasionante.