El nuevo Toyota Supra ya está aquí, ¡ya es oficial! La marca japonesa lo presenta de forma inicial en el Salón del Automóvil de Detroit y lo hace con puro músculo y demostrando con todo lujo de detalles lo que han conseguido en colaboración con BMW. Un portento que regresa -para muchos- en guisa de quinta generación y que para otros, llega al mercado como un modelo totalmente nuevo sin precedentes.
Realmente todo parecido con el Supra anterior recae en el nombre oficial y poco más. La marca japonesa ha elaborado un coupé deportivo biplaza (importante) que dice adiós a la tradicional configuración de cuatro asientos, marcando así las coincidencias con el nuevo BMW Z4, modelo con el que comparte prácticamente todo, a excepción de la carrocería. Eso sí, los volúmenes, dimensiones y aspectos como una gran batalla, coinciden de pleno con el roadster alemán.
El nuevo Toyota Supra estará disponible en Japón con tres motorizaciones: SZ, SZ-R y RZ. Las dos primeras cuentan con motor turbo de 2.0 litros y 4 cilindros, mientras que el RZ se apoya en un 3.0 litros turbo de 6 cilindros en línea, otorgando respectivamente 197, 258 y 340 caballos. Esta última versión será la que a priori se comercialice en exclusiva en el mercado europeo -y por ende, también en el mercado español-. De llegar al mercado alguna motorización de cuatro cilindros, por ahora no confirmado, será el SZ-R de 258 cv.
No está previsto que el básico se venda en nuestro mercado, principalmente por no hacer la competencia al GT 86. De hecho, el SZ-R tiene pocas posibilidades. Sí se deja la puerta abierta, no obstante, a futuras versiones más potentes, con el objetivo de competir más de cerca con coupés deportivos de mayor categoría, puesto que para muchos la cifra de 340 cv se queda «corta» en comparación con otros coupés deportivos. No es para menos, si tenemos en cuenta que incluso los hatchbacks de alto rendimiento ya superan cifras de 400 cv. En todo caso, la transmisión es automática de 8 velocidades. Todos los motores y caja de cambios, son de origen BMW.
Mirando hacia adelante, Toyota consigue un proyecto a priori espectacular y que parece no querer defraudar, aunque eso sí, con mucho margen de mejora sobre todo, en cuanto a potencia -no así en peso, consiguiendo en las motorizaciones de cuatro cilindros un peso de apenas 1.420 kilos-. La instrumentación del habitáculo es digital, personalizable y con proyección en el parabrisas de información vital para la conducción.
