Baleares ha sido una de las primeras comunidades en establecer una prohibición más contundente a los motores térmicos al proponer la prohibición de la circulación de coches diésel a partir de 2025 y a los gasolina a partir de 2035. Eso sí, esta medida no afecta a los residentes del archipiélago (cuyos vehículos estuvieran radicados en las islas antes de dicha fecha), por lo que lo hará únicamente con los turistas que se desplacen con su vehículo. Si bien, sí que afectará cuando dichos residentes vayan a jubilar sus vehículos para hacerse con un vehículo nuevo.
Esto forma parte de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética que ha sido aprobada hoy por el Parlament de la mano de Partido Socialista y MES y que también implica limitaciones de entrada y salida de vehículos en Formentera atendiendo a criterios de medio ambiente. El objetivo que se persigue es lograr que en 2050 las Islas tengan un balance 0 de emisiones, para lo cual, se apoyarán también en fuertes reducciones en el consumo de energía primaria (26% para 2030 y 40% para 2050), fomentando fuertemente el uso de las energías renovables de manera paulatina hasta llegar al 100% en 2050.
Esto también afectará de manera considerable a las compañías de alquiler de vehículos, con fuerte presencia en Baleares, que deberán ir haciendo la transición en sus flotas a partir de 2020, para que de esta forma, en 2035 sean totalmente eléctricas, aumentando paulatinamente el porcentaje de compra de vehículos eléctricos cada año.
Por su parte, la industria del automóvil no ha recibido con buenos ojos esta nueva normativa, y ya ha interpuesto una denuncia en la Comisión Europea que además ha sido admitida a trámite, además de ante el Ministerio de Economía, ya que de acuerdo a la patronal Anfac, estas medidas son arbitrarias y desproporcionadas, al carecer de respaldo científico o técnico, suponiendo además un grave impacto negativo sobre el sector, sobre el que ya en Baleares se manifiesta una desaceleración frente al resto de la media nacional.
