Esta noticia bien podría atribuirse al April’s Fool Day (día de los santos inocentes), pero nada más lejos de la realidad. Toyota ha presentado una patente en la cual va un paso más allá con los sistemas antirrobo conocidos hasta la fecha, y en este caso, ataca directamente a los ladrones, algo que de finalmente hacerse una realidad -algo con lo que nos mostramos bastante excépticos-, tenemos serias dudas de la viabilidad de la misma en países como el nuestro, donde la ley en ocasiones se posiciona más del lado del ladrón que del legítimo propietario.
Eso sin tener en consideración qué sucedería en caso de un fallo del sistema que hiciese que dicho gas se emitiese cuando vayas conduciendo. Pero vayamos a analizar un poco mejor en qué consiste dicho sistema.
Dicho sistema está concebido de manera que hay una o varias fragancias instaladas antes del climatizador, además de un desodorante y un recipiente con gas lacrimógeno. De manera que cuando el conductor abre el vehículo con su móvil, se libera su fragancia favorita y cuando lo abandona, se suprime haciendo uso de un desodorante que contiene ciclodextrina para poder suprimir dicho olor, a fin de que si entra otra persona diferente en el vehículo que tenga seleccionada otra fragancia, pueda disfrutarla sin que se mezclen los olores. Hasta ahí, nada especialmente innovador que no podamos encontrar ya en algunos fabricantes del mercado.
Lo más llamativo de la patente es que cuando el vehículo detecta un intento de arranque del motor ilegítimo, el gas lacrimógeno se activa en la cabina a fin de que los ladrones cesen en sus intentos de llevarse el vehículo. Esto es algo inédito que todavía no había patentado ningún fabricante.
