Volkswagen sigue mostrando al mundo sus ambiciosos planes relacionados con la electrificación. Y esos planes pasarían por producir de aquí a los próximos 10 años 22 millones de vehículos.
Para ello, se lanzarán de acuerdo a los objetivos marcados casi 70 nuevos modelos eléctricos, siendo una cifra todavía más ambiciosa que los 50 anunciados hasta la fecha.
Sin embargo, y ya lo han puesto de manifiesto, todo esto tendrá un coste más allá del económico: para poder equilibrar sus cuentas y que los resultados que esperan los accionistas sigan siendo positivos aún pese a las fuertes inversiones que se llevarán a cabo, su plantilla sufrirá un importante recorte.
Porque muchas son las ocasiones en las que hemos hablado de la pérdida de empleos que podría manifestarse a largo plazo en los talleres debido a la mayor sencillez y menos elementos mecánicos de los vehículos eléctricos, pero… ¿y en las fábricas? Pues también. Según Volkswagen, un eléctrico requiere de un 30% menos de mano de obra respecto a un vehículo de producción, así que el propio presidente del Grupo Volkswagen ha anunciado un recorte de empleos que sólo en Alemania se saldará con entre 7.000 y 8.000 personas que se irán al paro hasta 2023 y 2024.
De esta forma, para el año 2025 (frente a 2015) esperan reducir el impacto de CO2 de su flota de vehículos en un 30%, cifra que crecería hasta el 40% para el año 2030. Modelos como el Audi e-tron y Porsche Taycan serán los primeros que den el pistoletazo de salida de esta gran ofensiva eléctrica del grupo.
Los tres objetivos del Grupo Volkswagen serán los siguientes: transición a energías renovables para el suministro de electricidad, reducción de emisiones de CO2 de manera efectiva y sostenible y compensación de las emisiones restantes que no se pueden reducir. Para el año 2050 aspiran a tener un resultado completamente neutral de emisiones de CO2 en todas las áreas, comprometiéndose con los objetivos del Acuerdo de París.