En España desde hace algunos años es obligatorio portar en el vehículo un kit de triángulos de emergencia tal y como establece el Reglamento General de Vehículos, a fin de poder avisar de la presencia de un vehículo detenido -generalmente el nuestro-, fruto de una avería o accidente. Y su despliegue, tal y como manda el reglamento, requiere que esté colocado como mínimo a 50 metros de distancia para que sean visibles a 100 metros, siendo necesario sólo uno en autopistas y autovías debido a la mediana que la separa.
Sin embargo, y aún pese a la obligatoriedad de portar chaleco reflectante cuando nos bajamos del vehículo para la instalación de los triángulos, esta maniobra sigue entrañando peligros, hasta el punto de que la subdirectora adjunta de circulación de la Dirección General de Tráfico, Ana Blanco, confirmó recientemente en una mesa redonda en la Feria Motortec Automechanika, más de 20 personas fallecieron en 2018 atropellados al llevar a cabo esta acción. De acuerdo a los datos de la DGT, el año pasado los fallecidos en autopistas aumentaron de 208 a 303, en los cuales, un 20% fueron peatones.
¿Qué solución propone la DGT al respecto? La sustitución de dicho elemento por señales luminosas que se pondrían en el techo del vehículo, si bien, este cambio tardará en llegar y no será hasta 2025 cuando se haga efectivo, para poder asegurar su sustitución progresiva. La regulación actual contempla el dispositivo luminoso como elemento opcional, si bien, la idea es que pasen a ser obligatorios.
La reforma que se contempla no sólo modificaría el aspecto anterior, sino también cómo deberá comportarse el usuario (y sus ocupantes) en caso de avería o incluso de requerimento de auxilio tras un accidente.
El abandono del vehículo para la instalación del triángulo lleva aparejado unos riesgos ineludibles, por lo que todo aquello que vaya encaminado a mejorar la seguridad en este tipo de actuaciones nos parece bien.