En alguna ocasión hemos tratado aquí de pasada los tiempos difíciles que está atravesando smart al no haber logrado los objetivos de ventas fijados y el lastre que está suponiendo para Daimler, hasta el punto de haberse llegado a plantear el cierre de la firma, puesto que sólo está generando pérdidas al grupo alemán.
No es una sorpresa que la firma china Geely, que ya se convirtió en el accionista principal de Daimler durante el pasado año, sea ahora el primer interesado en hacerse ahora con una de las marcas del grupo que está en la cuerda floja: el año pasado sólo lograron despachar 130.000 unidades, que aunque pueda ser una cifra considerable, sobre el grueso de ventas de Mercedes-Benz (2.25 millones de unidades), es una cifra demasiado discreta. En Europa continúan aguantando el tipo con 97.346 unidades despachadas el pasado año, sin embargo, en Estados Unidos han experimentado un desplome de ventas considerable.
Recordemos además que los tentáculos de Geely en la industria son bastante potentes, al contar con la propiedad de Volvo Cars, así como la de Lotus y Proton. ¡Ah! Y también tienen una participación considerable en Volvo Trucks, la división dedicada al desarrollo y producción de camiones de Volvo.
Es por ello que Daimler estaría ultimando un acuerdo del 50% de la venta a dicho conglomerado chino, algo que a priori y a tenor del trabajo logrado con Volvo desde que es propietaria, deberíamos procesar con optimismo, ya que supone un garante para un futuro más halagüeño para la firma que pasará a ser próximamente 100% eléctrica. En teoría, este acuerdo se debería dar a conocer a las puertas del próximo Salón del automóvil de Shanghai en Abril, sumándose al acuerdo reciente por el cual se comprometían al lanzamiento de uan empresa de transporte en China.
