Parece claro que el BMW M8 Coupé está destinado a situarse como el coupé más potente y portentoso jamás fabricado por la marca alemana. Mucho más que un sucesor del mítico 850CSi de los años noventa, y con un abanico de rivales que no pasa desapercibido, los de Múnich aspiran a alzarlo como el mejor de todos. Y para ello, no van a escatimar en absolutamente nada. ni siquiera en pruebas aprovechando que el debut está cerca: será antes del próximo invierno.
Durante estos días se ha podido ver en el circuito de Nürburgring, incluyendo los alrededores de éste, un prototipo de pruebas muy avanzado que deja entrever el M8 Coupé en guisa definitiva, salvo elementos de la carrocería que quedan a expensas del camuflaje el cual, a pesar de ser ligero y mayormente de vinilo, no deja ver el empaque definitivo del kit aerodinámico o de la imagen global del mismo. Aún así, el M8 Coupé incorporará grandes cambios estéticos respecto al Serie 8 estándar, y esto, es palpable.
El principal avance del BMW M8 Coupé recaerá bajo el capó, en el cual veremos el V8 Twin Turbo de 4.4 litros derivado del nuevo M5 girar con furia y entereza: se prevé una potencia neta fijada en 600 caballos y en el caso del M8 Competition, hasta un máximo de 630 cv, sin cerrar la puerta a futuras versiones más potentes y exclusivas. Con este rango de potencia, BMW planteará el M8 como uno de los modelos más potentes del mercado en su categoría, y apostando por la tecnología de tracción total xDrive, incluyendo el conocido modo Drift, los resultados sobre asfalto serán mejor de lo esperado.