Tanto el nuevo Golf R como el Golf GTI recibirán en sus respectivas nuevas generaciones un peso neto ligeramente inferior y una potencia más alta que serán sinónimo de más altas prestaciones y capacidades dinámicas. Esto, unido a un mejor esquema de suspensión y un sistema de frenado más deportivo, harán de los nuevos GTI y R dos auténticos portentos en sus nichos de mercado. Hoy, los vemos más cerca que nunca.
Volkswagen está preparando la octava generación del Golf para una presentación que se llevará a cabo durante el próximo otoño. La marca alemana prevé que el nuevo compacto de Volkswagen se plantee como el mejor fabricado hasta la fecha, y con diferencia. Para ello, veremos una plataforma modular avanzada, un diseño evolucionado -que no revolucionario-, y una gama de motorizaciones actualizada a las necesidades del presente. Esto incluye, por supuesto, mención expresa a mejoras importantes tanto en el GTI, como en el Golf R.
Con el nuevo Golf debutando en otoño de este mismo año -con casi total seguridad en el Salón del Automóvil de Fráncfort-, el GTI debutará poco después con un 2.0 litros turbo de 4 cilindros y una potencia neta que escalará hasta 245 caballos en guisa estándar y 270 cv -al menos- en la versión GTI Performance, lo que supone una escalada importante respecto a las marcadas por el GTI actual. Yendo más allá, el Golf R, que estará a la venta el próximo año 2020, marcará cifras de vértigo: hasta 340 cv para competir con rivales directos como el Ford Focus RS o el Honda Civic Type R, entre otros. Aportando tracción total permanente, y marcas apoteósicas tales como un 0 a 100 kilómetros por hora en 4.4 segundos, gracias al cambio automático.
