Honda ya está muy cerca de tener su nuevo vehículo eléctrico en el mercado, y además de ser 100% eléctrico, romperá bastante con la tendencia seguida a muchos niveles por parte del fabricante nipón en sus últimos lanzamientos. Más allá de lo que concierne a su propulsor, también por el futurista diseño de su interior, que por cierto, evoca al del Honda Civic de primera generación.
Una de las grandes novedades será la supresión de los retrovisores laterales convencionales para instalar cámaras compactas en su lugar, que proyectarán en tiempo real las imágenes obtenidas a través de dos pantallas de seis pulgadas en el habitáculo y que se encuentran integradas en ambos extremos del salpicadero. Ahora mismo sólo encontramos un modelo que pueda montar este sistema: se trata del Audi e-tron, en el que por cierto, además, es opcional, mientras que en el Honda e formará parte de la dotación de serie.
¿Qué ventajas tienen estos retrovisores frente a los convencionales? La más importante es que reducen la resistencia aerodinámica en un 90% respecto a estos, con una mejora sobre el vehículo del 3,8%, dando como resultado una mejor eficiencia y autonomía.
Contarán además con dos modos de funcionamiento denominados «visión normal» y «visión amplia», con una reducción de puntos ciegos en un 10% para el primer modo y en un 50% en el caso del segundo modo. Y… ¿qué pasa cuando llueve? los ingenieros han pesado en ello y por ello el objetivo está diseñado para que la unidad de la cámara evite las gotas de agua, mientras que las pantallas interiores ajustan su brillo de manera automática en función de las condiciones de luz de cada momento (para que por ejemplo, en días muy soleados no merme la visualización de las mismas).
A ver si Lexus importa ya el ES con esos retrovisores