Las negociaciones de fusión entre Fiat Chrysler Automobiles (FCA) y el Grupo Renault finalmente han tocado fin. Una fusión entre dos fabricantes europeos que les permitiría poder formar uno de los grupos automovilísticos más importantes del mundo con los que poder afrontar los nuevos retos que están sobre la mesa dentro de la industria. ¿Qué ha podido fallar en un enlace así? Desde FCA apuntan a un responsable directo, que es uno de los principales accionistas de Renault: el gobierno francés.
Tal y como ha comunicado FCA, las razones para echar atrás su oferta de fusión atienden a que «no se han dado las condiciones políticas necesarias» para poder llevar a cabo la fusión de manera exitosa. Recordemos que en la actualidad, el gobierno francés cuenta con una participación del 15% en Renault. El freno que ha supuesto a FCA por parte del gobierno francés atendería a que miembros del gobierno de Emmanuel Macron hayan solicitado su voluntad de no precipitarse a la hora de llevar a cabo una decisión así, por lo que el Estado francés busca garantías sobre empleos, sedes, lugares industriales (en Francia) y el mantenimiento de la actual plantilla. Y claro está, seguir manteniendo representación en el consejo de administración nacido de dicha alianza.
Desde el gobierno francés, se escudan además en que pidieron cinco días adicionales al consejo de administración de Renault para poder aprobar la fusión y poder de esta forma obtener el apoyo explícito de Nissan, asegurando que sólo quedaba el visto bueno de Nissan para poder sacar adelante el acuerdo. Y es que Nissan no se pronunció de manera explícita, si bien anunció que no se oponía, exigiendo eso sí que se resolviesen muchos detalles antes de concretar su posición.
Fiat por su parte ha mostrado su agradecimiento al Grupo Renault y su presidente, además de Nissan y Mitsubishi, asegurando que continuarán manteniendo su compromiso mediante la implementación de sus estrategias.