Seguimos con filtraciones del Land Rover Defender de nueva generación. Si hace escasos días pudimos verlo a través de un modelo de LEGO, ahora toca verlo en otra guisa cuanto menos curiosa: la instrumentación del propio vehículo. Sí, lo sabemos, sería mucho mejor una imagen robada a traición de una de las unidades de pre-producción desprovista de camuflaje parcial o íntegra… pero de momento, no ha caído esa breva y nos tenemos que conformar con esto.
Y lo que nos revela esa imagen es que el Defender seguirá manteniendo esas líneas cuadriculadas tan características de él, si bien en este caso no lo hará de una manera tan tosca y ruda. De hecho, nos recuerda mucho en su vista de perfil al prototipo DC100 que pudimos ver en 2011, que combina el estilo clásico y poco aerodinámico del modelo tradicional con unas líneas más modernas, con curiosidades como que el techo parece tener una superficie acristalada en la parte trasera, además de contar con un pilar C ‘flotante’.
Como curiosidad, esta unidad de pre-producción marca en su odómetro 15,409 kilómetros además de contar con la testigo de freno de mano encendido, por lo que tiene toda la pinta de que ha sido tomada a traición por parte de alguien que ha aprovechado que estaba detenido en ese momento.
Pese a que la imagen en la que aparece es la carrocería de cuatro puertas, habrá más variantes, como una de dos puertas (Defender 90) y no se descarta tampoco la llegada de una variante pickup además de otras muchas variantes, como con las que contaba el modelo anterior y que lo hacían tan polivalente tanto para uso lúdico como uso profesional. Aunque habrá un salto tecnológico muy importante en este relevo, sí que volverá a ser dentro de la gama del fabricante -y quién sabe si del mercado- el todoterreno más apto para un uso intensivo fuera del asfalto.
Ese cristal curvo en el techo es un claro guiño a, su predecesor, así como la forma cuadrada de la carrocería