Durante el discurso de la sesión de investidura llevada a cabo hoy en nuestro país, el presidente del gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha puesto sobre la mesa algunas de las intenciones que tiene respecto a cómo pretende combatir el cambio climático.
Y para ello, no sólo ha defendido la aplicación del polémico Madrid Central, sino que ha ido más allá, anunciando un plan para trasladar este modelo de zona de bajas emisiones contaminantes a todas aquellas ciudades españolas de más de 50.000 habitantes, es decir, 145 en total. La idea es que todas ellas pongan en marcha zonas con restricciones a los vehículos más contaminantes antes del año 2023.
Eso sí, conviene recordar que esto no nos pilla por sorpresa, ya que esta medida fue incluida en el borrador del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) remitido a Bruselas, donde ya se ponía de manifiesto que sería necesaria la colaboración con todas las administración para su ejecución, sin embargo, en este caso ya habla de exigencia más que de colaboración. Sánchez también ha anunciado su intención de adaptar las fábricas españolas a las demandas de vehículos sin emisiones para poder satisfacer la demanda de cinco millones de vehículos que se espera para 2030 en circulación.
Eso sí, respecto a la subida del diésel todavía no se ha pronunciado en firme. Recordemos que en la pasada legislatura el ejecutivo, alineado con la Comisión Europea, trató de comenzar a subir progresivamente el impuesto que lo acompaña a fin de igualarlo con el de la gasolina, un movimiento muy polémico debido a que hay actualmente 18 millones de vehículos que funcionan con gasóleo en España.
Este Sr. confunde el tocino con la velocidad. Esio es competencia exclusiva de los Ayuntamientos, amigo Pedro. Procure formar gobierno que para eso ha ganado las elecciones