Tras cuatro años en el mercado y un lavado de cara muy reciente, el BMW Serie 7 se prepara para recibir una nueva generación en menos de tres años y desde Múnich tienen grandes planes para un nuevo proyecto que en BMW prevén que sea grande, muy grande. Más allá de importantes avances tecnológicos en seguridad y comportamiento, el nuevo BMW Serie 7 incorporará por primera vez en su historia una versión eléctrica, y ojo, porque no es lo que estamos pensando a simple vista…
…de hecho, BMW no quiere que el Serie 7 eléctrico sea un modelo independiente de la submarca «i». Quieren un Serie 7 auténtico, con el mismo diseño y aspecto que el modelo estándar, pero sustituyendo por completo el sistema de propulsión en favor de una configuración de eléctrico. Apostando por la tecnología tradicional de baterías de litio-ión, el BMW Serie 7 eléctrico incorporará -así se prevé- una configuración suficiente para rodar más de 600 kilómetros sin tener que parar a recargar. Una autonomía real de este calibre supondría marcar la cifra más alta que actualmente hay reconocida en el mercado de los eléctricos, y permitirá que se puedan realizar viajes de media o larga distancia sin grandes problemas.
Junto con el pack de baterías, BMW instalará al menos dos grandes motores eléctricos, uno por cada eje. En el caso del Serie 7, la potencia no será el principal objetivo pero sí que se conseguirá una berlina rápida y con cifras tales como una aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en menos de 5 segundos. No olvidemos que, además del chasis de una berlina del segmento F, las baterías supondrán un incremento del peso importante. Es aquí donde cobrará importancia una nueva plataforma modular evolucionada a raíz de la actual CLAR del Serie 7, utilizando materiales ligeros tales como el aluminio reforzado.