Pese a que parecer haber una tendencia -de la que no todos han tomado partida- en diferentes países o ciudades europeas para prohibir la venta de vehículos de combustión nuevo dentro de unas décadas, todavía no hay un consenso en el seno de la Unión Europea que establezca esa prohibición para todos los fabricantes que venden en el viejo continente a partir de una determinada fecha.
Es por ello que Dinamarca, respaldada por 10 países europeos, ha hecho una petición formal a la Unión Europea para que finalice las ventas de coches nuevos diésel y gasolina y 2030, ya que consideran que es imprescindible para poder reducir las emisiones contaminantes con el objetivo de poder llegar a la neutralidad de emisiones en el año 2050 que aspira a poder alcanzar la Unión Europea.
En Octubre de 2018, Dinamarca intentó tomar la iniciativa de prohibir las ventas de vehículos con combustibles fósiles para el año 2030, sin embargo, debido a que esto chocaba con la legislación europea que requería de una acción conjunta por parte de los estados para poder llevarlo a cabo, tuvieron que echar marcha atrás, y desde entonces, a través de un trabajo individual como el que se puede ver ahora plasmado han tratado de converger en un movimiento común que permita tomar a la UE una estrategia común al respecto.
Teniendo en cuenta la dependencia que muestra la UE de la industria del automóvil (especialmente Alemania y España) y lo relativamente próxima que está dicha fecha (10 años, claramente insuficiente para electrificar por completo todas las gamas y hacerlo con una tecnología que permita ofrecer productos con autonomías similares y sin un incremento del coste desmesurado), creemos que es bastante difícil que salga adelante por parte de la UE, por lo menos en 2030, 2040 o 2045 sí que sería una fecha que tendría un encaje mucho más razonable dada la situación.