El BMW i4 se sitúa poco a poco como el modelo en proceso más emocionante de la marca alemana en lo que respecta a nuevas tecnologías y mercados emergentes. Y es que el que hasta hace no mucho denominábamos como i5, se alza como el futuro súper ventas de BMW y aquel con el que los de Múnich tratarán de competir de tú a tú con marcas como Tesla.
Por ello, el BMW i4 debe ser «perfecto» en lo que la orientación del mercado trata y apostar por un diseño armónico, evolutivo y ecuánime sin llegar a arriesgar más de lo necesario se postula como un paso en firme innegable. El BMW i4, aunque contará con una plataforma que prescindirá de cualquier tipo de motor de combustión interna, compartirá gran parte de elementos estructurales con el BMW Serie 4 Gran Coupé, y también compartirá diseño con éste. De hecho, el perfil del i4 es muy similar al del Serie 4 Gran Coupé. Y no es casualidad.
El diseño del BMW i4 estará inspirado en el Gran Coupé y en lo que respecta a volúmenes y proporciones, serán idénticos. No obstante, el diseño será muy diferente entre ambos y el i4 contará con un aspecto más tecnológico y vanguardista. La finalidad es situarlo como una alternativa al Tesla Model S aunque a priori, las opciones de potencia y autonomía no llegarán al nivel del estadounidense. Al menos, no de las versiones de más alta gama del Model S de Tesla, como el P100 D.
BMW tiene mucho trabajo por delante. Es más, en 2020 veremos el BMW i4 debutar como modelo de producción pero las primeras unidades podrían no estar listas en el mercado hasta 2021, dado que la autonomía y la tecnología de las baterías será clave para determinar la capacidad del modelo final.
