Pese a que casi toda la industria camina hacia la electrificación, algunos fabricantes todavía se resisten a ello. Como el caso de Bugatti, donde su director, Stephan Winkelmann cree que los motores de combustión interna todavía continuarán en la cúspide del automovilismo durante la siguiente década, hasta que las nuevas leyes fuercen de facto a electrificar sus gamas para poder seguir comercializando sus vehículos en los principales mercados.
Winkelmann ha anunciado en el Salón de los Ángeles de 2019 que Bugatti planea resistir la era de la electrificación probablemente hasta el final de la siguiente década. Y añade, que cuando eso suceda es porque no sea por la inercia del propio mercado, sino porque vayan a fabricar el mejor y más radical de los eléctricos producidos hasta la fecha. Por tanto, se muestra de momento muy optimista con el motor de combustión interna. Mientras tanto, continuarán exprimiendo su mecánica W16 que se continuará manteniendo como uno de los máximos exponentes de ingeniería en automoción.
En cualquier caso, no descarta por el momento un segundo modelo en su catálogo con electrificación, pese a que admite que necesitaría del respaldo del Grupo Volkswagen el cual cuenta con un abanico cada vez más amplio de tecnologías desarrolladas y en desarrollo enfocadas a la electrificación, gracias a la enorme cantidad invertida.
Bugatti no está listo todavía para virar a la electrificación y son conscientes de que sus vehículos son tan potentes como contaminantes. Pero también es cierto que las unidades que hay actualmente rodando del Veyron y Chiron no recorren más de 1.600 km anuales de media, e incluso algunos de ellos ni eso, ya que son empleados como vehículos para ser guardados en almacenes o ser expuestos en museos. En cualquier caso, Bugatti quiere contrarrestar su huella de carbono con la plantación de 4.000 árboles en todo el mundo y haciendo que la factoría de Molsheim pase a operar únicamente con electricidad y gas renovables.
Vía: Autocar