Gordon Murray es el mismo diseñador de origen sudafricano que estuvo tras el McLaren F1 y que ahora vuelve a la palestra con su compañía Gordon Murray Automotive y el superdeportivo T.50, con unas líneas y unas características técnicas que nos quitan el hipo.
Su motor es un V12 atmosférico de 4 litros desarrollado por Cosworth con una potencia de hasta 710 CV capaz de subir hasta 12.100 vueltas (sí, has leído bien… y en un coche homologado para circular por la vía pública), transmitiendo toda su potencia al eje trasero mediante una caja de cambios manual de seis velocidades.
Pero ojo, ahí no acaba todo: cuenta con una configuración en su habitáculo que recuerda mucho a la del McLaren F1, donde el conductor va sentado en el centro del habitáculo y hay dos plazas más detrás de él para ocupantes adicionales. Además, emplea un chasis monocasco en fibra de carbono que le confiere un peso total en báscula de tan sólo 980 kilogramos.
Su zaga también llama muchísimo la atención debido a su ventilador de 400 mm de diámetro y que forma parte del sistema de aerodinámica activa, funcionando de manera combinada con unos canales en los bajos del vehículo, pudiendo variar la velocidad del aire que pasa por debajo de su carrocería y por consiguiente la carga aerodinámica dependiendo del programa elegido por el conductor, con hasta seis modos diferentes entre el que podemos destacar el ‘High Downforce’ que incrementa su carga aerodinámica en un 30%. También hay otro programa denominado ‘Streamline’ que reduce esa resistencia en un 10% a fin de poder aumentar la velocidad punta en línea recta.
Tan sólo se producirán 100 unidades, con una producción que está cerca de ser vendida, a 2 millones de libras por cada una de ellas sin impuestos (2.370.000 euros al cambio de divisa actual).