Mercedes ha introducido la nueva -y segunda- generación del GLA, el popular SUV que comparte muchos elementos con el Clase A y que en su primera generación ha sido todo un éxito con más de un millón de unidades vendidas en todo el mundo. Y por ello, en base a lo aprendido en esa primera iteración, llega ahora esta nueva entrega con algunos cambios para tratar de ser todavía más competitivo frente a los BMW X2, Lexus UX 250h, Range Rover Evoque, Volvo XC40 y Audi Q2.
Empezando por su catálogo de motores, en su llegada sólo se han anunciado dos motores gasolina sobrealimentados, siendo el de acceso un 1.3 de 163 CV (GLA 200) y el siguiente el 2.0 de 306 CV correspondiente al GLA 35 AMG. Posteriormente llegarán más motores gasolina (GLA 180 con el mismo 1.3 de 136 CV, GLA 250 con el 2.0 turbo de 224 CV) y diésel (GLA 180 d de 116 CV, GLA 200 d de 163 CV, GLA 220 d de 190 CV), así como una variante híbrida enchufable que deberíamos esperar que sea idéntica a nivel mecánico al A 250e.
Respecto al anterior GLA, su altura libre es 10 cm superior, permitiendo de esta forma ofrecer mejores cualidades off-road, mientras que su longitud se reduce hasta los 4,41 metros y su altura es de 1,61 metros. La distancia entre ejes es 30 mm más larga, lo que le permite ofrecer una mayor habitabilidad interior, especialmente para las piernas traseras de los ocupantes o un maletero que aumenta su capacidad con 14 litros adicionales hasta llegar a los 435 litros.
No falta tampoco una de las que fueron grandes novedades del Clase A como es la interfaz MBUX con doble pantalla LCD, con tamaños de 7 a 10,25″ en función del acabado escogido. También hay un sistema de iluminación ambiental en el salpicadero, salidas de aire y paneles de puerta, mientras que el volante aglutina la gran mayoría de funciones que nos ofrece el sistema de infoentretenimiento.
Entre sus sistemas de seguridad, podemos destacar el sistema de frenado automático de emergencia, aviso de presencia de vehículos en el ángulo muerto (con capacidad para modificar trayectoria), cambio automático de carril, mantenimiento de carril, programador de velocidad activo, entre otros. También hay una nueva función ya vista en el Mercedes GLS denominada «Car wash» que como su propio nombre indica está pensada para ser empleada en túneles de lavado, cerrando las ventanillas, techo de cristal (si lo lleva) y plegando los retrovisores exteriores.
