A medida que los SUV han ido traccionando comercialmente en Europa, los monovolúmenes tradicionales han ido retrocediendo en ventas. Es por ello que algunos fabricantes han optado por prescindir de ellos debido al declive de su cuota de mercado, y otros, apostar por una solución híbrida en la que mezclaban el concepto de SUV y monovolumen.
Volkswagen es uno de esos cada vez más escasos fabricantes que en su catálogo europeo todavía conserva varios monovolúmenes, concretamente tres: Golf Sportsvan, Sharan y Touran. Y debido a que todos ellos ya acusan mucha veteranía, desde los cuarteles generales de la firma se están planteando qué hacer con ellos y si realmente es necesario contar con tres.
Del Golf Sportsvan ya sabemos su futuro cuando de la propia boca de Jürgen Stackmann, director de marketing y ventas, ya anunció a comienzos de año que no tendría sucesor. El Volkswagen Touran es el más vendido, registrando un retroceso del 14% hasta las 69.814 unidades en los primeros 11 meses del presente año, seguido de las 40.215 matriculaciones del Golf Sportsvan (-26%) y finalmente el Sharan con 20.854 unidades (+1,7%).
Volkswagen quiere reducir el número de combinaciones de propulsores y cajas de cambio, además de otros cambios que le permitan incrementar su margen de beneficio al 6% para el año 2022. Y eliminar uno o dos modelos como los anteriormente citados podrían ayudarle considerablemente a lograr dicho objetivo, más aún si tenemos en cuenta que dos de ellos ya registran retrocesos importantes a nivel comercial, y que el único que registra un crecimiento positivo lo hace de manera muy tímida.