BMW es una de las pocas marcas del panorama automovilístico que paralelamente a la electrificación, también está apostando fuerte por el hidrógeno. Y esta vez han ido mucho más allá: en unas declaraciones recientes del Vicepresidente de BMW para Tecnologías de Hidrógeno y Pila de combustible, Dr. Jürgen Guldner al medio Telegraph ha hecho una radiografía al futuro del coche de hidrógeno visto desde la firma bávara.
Y es que ha afirmado que la industria está más cerca que nunca de equiparar los costes de producción respecto a los costes de un motor de combustión. En cualquier caso, ha dejado patente que no se trata como un rival del coche eléctrico, sino más bien lo que ha equiparado como una alternativa a híbridos y motores de combustión, a fin de poder tener un abanico de alternativas más amplio.
También ha puesto sobre la mesa los plazos: los vehículos de hidrógeno podrían igualar su precio con uno equivalente en gasolina como muy pronto en 2025. También destaca que «si miras los planes que Japón, Corea y otros han publicado, todos ellos sugieren una ventana de oportunidad entre 2025 y 2030 para igualar el coste (de la pila de combustible) con la tecnología convencional»
Por ello BMW tendría ya fecha para su coche de producción de hidrógeno: será en 2022, con el modelo BMW i Hydrogen NEXT, que contará con una autonomía de 500 kilómetros y que podría llegar a ampliarse hasta los 600 kilómetros.
Si bien esto es algo prometedor, actualmente la infraestructura de carga de estos coches es muy escasa en Europa y casi inexistente en mercados como el español, el hecho de que pueda equipararse su coste y vaya a ser igual de atractivo económicamente a la hora de adquirirlo que un vehículo diésel o gasolina no implica que no vaya a toparse con un problema no menos importante como es el de los puntos de recarga.