El Brexit finalmente se ha materializado -el 31 de Enero, concretamente-, y esto pone contra las cuerdas a todos aquellos fabricantes de vehículos que producían en suelo británico y que contaban con una gran dependencia del mercado europeo. Ya vimos cómo Honda anunció el cierre de Swindon para 2021, mientras que Jaguar Land Rover han anunciado paradas en diversas plantas a lo largo de este año.
Si bien es cierto que las reglas comerciales actuales estarán vigentes hasta finales del presente año, a los problemas ya ocasionados por las nuevas normativas de emisiones (que seguirán requiriendo de nuevas y costosas adaptaciones para las cada vez más restrictivas normativas en este área), además de estar en paralelo desarrollando la tecnología EV, ahora se suma esto.
Pero… ¿qué piensa hacer el Grupo BMW a través de su marca MINI cuya fabricación se realiza en Reino Unido? Recientemente Reuters realizó una entrevista a Maximilian Schöberl, portavoz de la firma, quien confirmó que por razones de costes debido al Brexit, la vida útil de la plataforma actual (UKL1) se extenderá en el tiempo. La firma bávara quiere ahorrar 12 billiones de euros hasta finales del año 2022 recortando costes de desarrollo así como el catálogo de motores y cajas de cambio disponibles.
2019 no ha sido un buen año para MINI, puesto que sus ventas han caído un 4,1% hasta los 346.639 vehículos, algo que se ha acusado especialmente en el mes de Diciembre con una caída del 17,7% hasta los 27.514 vehículos en comparación con el mismo ejercicio de 2018.
Actualmente BMW produce algunos vehículos de MINI y de BMW (como el X1) en la factoría VDL Nedcar de Países Bajos con la que tiene suscrito un acuerdo, por lo que no descartan poder incrementar allí la población en caso de no llegar a un acuerdo comercial y que los aranceles resulten muy costosos.