Renault está tratando de todas las formas posibles recortar costes a fin de poder sobrevivir al estocazo que ha supuesto en sus cuentas la pandemia del coronavirus (unido a los problemas que ya de por sí arrastraban previamente). Todavía no ha hecho público el plan de ahorro de costes que pretenden llevar a cabo -lo desvelarán el 28 de Mayo-, pero ya hay sobre la mesa algunas informaciones que apuntan cómo podrían estar encaminados.
Una parte de los recortes vendría propiciada por el cierre de fábricas (parece que de momento las plantas españolas se libran), y una de las que se baraja para su cierre es la de Dieppe de Renault en Francia, donde se produce actualmente el Alpine A110.
Esta planta cuenta con 400 empleados y es una de las más pequeñas de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi. Tampoco sabemos si en caso de cerrar esta fábrica, Renault optaría finalmente por cesar su fabricación tan sólo tres años después de su lanzamiento al mercado o si en su defecto, movería su producción a otra fábrica (donde perdería parte del encanto, ya que los modelos deportivos de Renault generalmente se producen allí y es parte del ADN de los mismos… pero evidentemente mejor es eso que cesar su producción).
¿Tiene sentido cesar la producción de un modelo tan reciente en el mercado como el A110? A nivel económico, sí, puesto que se trata de un modelo de nicho con unas ventas muy bajas en comparación con el resto de la gama de Renault (aún pese a que el A110 cuente con unas listas de espera largas). Recordemos además que Renault lanzó a comienzos de año la serie limitada Alpine A110 Legende GT, sin embargo, es cierto que fue anterior a la crisis del coronavirus, que ha sido a fin de cuentas la que ha llevado al fabricante a tener que ponerse manos a la obra con un ambicioso plan de recortes.
