Honda ha anunciado otra gran llamada a revisión, que en este caso afecta a 1.4 millones de unidades a nivel mundial. En ella están incluidos modelos como el NSX de 2018-2019 los Acura RDX, RLX RL Sport Hybrid de 2019 además de los Honda Accord, Jazz/Fit HR-V, Civic Type R y HR-V producidos entre los años 2018-2019.
La National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) publicó el pasado 28 de Mayo que la bomba de combustible de baja presión puede contar con un impulsor defectuoso dando como resultado que el coche no pueda arrancar en algunos casos y en el peor de los casos, que el motor del vehículo pierda potencia o incluso pueda detenerse cuando estamos conduciendo.
También ha publicado la NHTSA el número de unidades afectadas en los Estados Unidos, que asciende a 136.057, por tanto, podemos encontrar una dispersión muy global (teniendo en cuenta que aquel mercado es uno de los principales de Honda) de las unidades afectadas.
A día de hoy el fabricante nipón afirma no tener constancia de ningún accidente o daño ocasionado debido a una bomba de combustible defectuosa. Así mismo, han anunciado que comenzarán a notificar a sus clientes a finales de Julio para concertar una cita con su taller autorizado más cercano y la campaña de la llamada a revisión consistirá en reemplazar en aquellas unidades afectadas la bomba de gasolina sin coste para los propietarios.