Porsche tiene algunos frentes abiertos: el primero de todos ellos es la electrificación, con el que ha realizado una fuerte apuesta con el Taycan, sin embargo, sus planes de electrificación van más allá. Por otra parte, la firma de Stuttgart no quiere dejar tampoco de lado el legado que le ha llevado hasta donde está, con esa configuraciópn tan característica de algunos de sus modelos deportivos, que si bien en algunos casos se han ido adaptando a los nuevos tiempos, no quieren desvincularse por completo, como es el caso de los motores atmosféricos.
En una reciente entrevista por parte de Autocar al director de deportivos de Porsche, Frank-Steffan Walliser, comentó que se mostraba muy motivado para mantener los motores atmosféricos vivos. Sin embargo, no sólo basta la voluntad, porque el mayor enemigo con el que cuentan estos motores son las nuevas normativas anticontaminación, aunque ellos están dispuestos a hacer lo que sea necesario, incluyendo la hibridación. Según dijo Walliser, un motor de altas vueltas combinado con un motor eléctrico encajaría a la perfección, creando una experiencia de conducción única, parapetada además en el expertise del que dispone la firma con el desarrollo de deportivos.
¿Cuánto más podrán estirar el chicle con esta estrategia? Posiblemente hasta finales de la presente década, de acuerdo a las previsiones de Porsche donde afirmaban que los motores atmosféricos estarían una década más con nosotros.
En cualquier caso, no es algo que no hayamos visto ya en otros fabricantes. La gran mayoría de ellos han sucumbido a la sobrealimentación, hibridación y electrificación. Muy pocos son los que todavía se han resistido gracias al uso de tecnologías disruptivas, como es el caso de Mazda (aunque eso sí, han tenido que optar a un modelo 100% eléctrico en su catálogo para reducir la media de emisiones).