Cuando algunos países añaden a su flota de coches policiales deportivos de gran potencia, siempre sale a la palestra un grupo de personas que se cuestiona cómo se está gastando el dinero del erario público. Sin embargo, no creemos que en esta ocasión vayan a salir muchos detractores a la última incorporación realizada por parte de la Guardia Nacional Republicana de Portugal por la finalidad que va a tener dicho vehículo.
Se trata de un Nissan GT-R que se acaba de incorporar a la flota y ha sido incautado en un proceso penal, así que evidentemente no le ha costado dinero a las arcas del estado. Y su finalidad no será la de perseguir delincuentes, sino la del transporte urgente de órganos en las ciudades de Lisboa y Oporto. De hecho, durante los últimos 10 años, la Guardia Nacional Republicana (GNR) ha llevado a cabo 2.836 transplantes urgentes de órganos para pacientes. En todo este tiempo también han involucrado a cerca de 5.700 militares y recorrido más de medio millón de kilómetros.
No cabe duda de que el GT-R será una excelente herramienta para, haciendo uso de su V6 biturbo de 3.8 litros con 550 CV de potencia y 632 Nm de par motor asociado a una caja de cambio automática de doble embrague y seis velocidades junto con un sistema de tracción integral permanente, pueda recortar considerablemente esos tiempos de transporte de órganos de los que precisan actualmente, tal y como ya deja patente su 0-100 km/h en 2,8 segundos y su velocidad máxima de 315 km/h.