Pese a la prohibición de la Unión Europea que quiere imponer para la venta de vehículos con motores de combustión interna y que algunos países han querido adelantar, algunos fabricantes son conscientes de que una parte de su clientela prefiere seguir con motores de combustión, como es el caso de Mercedes-Benz y BMW.
La firma de la estrella de tres puntas, pese a que contará con una gama completamente eléctrica para 2030, no descarta seguir ofertando motores de combustión en determinados mercados más allá de 2030. Y obviamente sería con motores muy especiales, como puede ser un V8.
En una reciente entrevista a Car Sales, el vice presidente de desarrollo de vehículos de la marca, Joerg Bartels, ha admitido que el motor V8 en la marca podría no desaparecer hasta la próxima década, algo que nos pilla de sorpresa, porque dábamos por hecho que antes de terminar la década veríamos como fruto de las restricciones de muchos mercados a los motores de combustión interna en vehículos de nuevo cuño, dejarían de ser comercialmente interesantes.
En el caso de Europa, el propio Bartels reconoce que será difícil justificar la inversión en motores de combustión interna para ese mercado debido a la Euro 7 que va a ser considerablemente más restrictiva que la legislación actual, haciendo que los desarrollos sean mucho más complejos y costosos y que por tanto, pocos clientes estén dispuestos a pagar por ello. Si bien todavía no está 100% definida la nueva Euro 7.
Por tanto, deberemos esperar a que finalmente la Euro 7 perfile todos sus detalles y los cada vez menos fabricantes que tienen todavía departamentos de I+D para motores de combustión interna, decidan si seguir apostando por ellos (incluso para mantener los ya existentes con actualizaciones) o no.
