Mercedes-AMG sorprendió a todos cuando anunció que en algunos de sus modelos prescindiría de los V8 turbo y en su lugar apostaría por motores de cuatro cilindros híbridos, un anuncio que ya se ha materializado en alguno de sus últimos lanzamientos. Y lo que cabría esperar es que BMW siguiese los mismos pasos forzada por las restrictivas normativas anti contaminación europeas.
Sin embargo, desde la división han salido al paso y han dicho que no se van a sumar a esa corriente. Concretamente, el CEO de BMW M, Franciscus van Meel confirmó recientemente en una entrevista a Carbuzz, que no seguirían los pasos de Mercedes-AMG con el downsizing en su gama más deportiva, y eso supone por otra parte descartar la creación de un rival directo para el Mercedes AMG 45.
Es posible que ahora te estén viniendo a la mente modelos con motores de cuatro cilindros como el M135i, M235i ran Coupé o el X2 M35i, todos ellos de tracción delantera y con motores 2 litros de cuatro cilindros. Sin embargo, esto no son BMW M «puros», ya que son considerados como «M Performance» y no juegan en la misma liga que juegan modelos como los M2, M3 y M4, con motores más grandes y potentes, además de kits de carrocería más agresivos y piezas enfocadas a dar un mayor rendimiento y eficacia.
Por tanto, lo que deberemos esperar mientras dure esta transición a los eléctricos durante los próximos años, es un catálogo de BMW M que siga teniendo presentes los motores de seis cilindros y V8 para el M5 con algún tipo de hibridación hasta que ya no se puedan dar más de sí y entonces sí, toque electrificación completa. El primer modelo que veremos sucumbiendo a dicha hibridación será presumiblemente el M5 en 2024, a los que le seguirán los siguientes M3 y M4 allá por el año 2028 o 2029.