Durante los últimos años el número de ciberataques a grandes compañías se ha incrementado de forma considerable, ya sea con el robo de datos (que generalmente suele llevar aparejado un rescate para no filtrar los mismos en internet) o con la inutilización de los equipos de la compañía hasta que esta pague un rescate.
La última víctima es la marca del Cavallino Rampante, más conocida como Ferrari. Unos cibercriminales han conseguido acceder a sus sistemas informáticos y obtener los datos de sus clientes. El grupo cibercriminal encargado de llevar a cabo el ataque ha realizado una petición de rescate a la marca para no filtrarlos en internet.
Sin embargo, y pese a que muchas compañías ceden ante este tipo de chantajes (generalmente, a través de ‘ciberseguros’ donde una agencia especializada negocia y paga a los cibercriminales), desde Ferrari han anunciado que no pagarán el rescate, ya que el pago del mismo supondrá seguir financiando actividades delictivas y perpetuar futuros ataques. Es por ello que directamente han informado a sus clientes del incidente que ha sucedido en sus sistemas informáticos para que tengan en cuenta que sus datos pueden ser filtrados en internet.
Por su parte, desde Ferrari han anunciado que están trabajando conjuntamente con las autoridades pertinentes y confían en que investiguen con todo el peso de la ley.