Pese a que Reino Unido anunció tiempo atrás la prohibición de comercializar vehículos nuevos con motores de combustión interna para el año 2030 (adelantándose por tanto a la Unión Europea), parece ser que estarían replantéandose retrasar esta medida hasta 2035. Pero… ¿qué podría llevar a recular de esta forma al primer ministro británico Rishi Sunak aún pese a haber sido una medida llevada a cabo por el gobierno de Boris Johnson?
Esta relajación en los tiempos supondría equiparar el timing con la Unión Europea, donde recordemos, la venta de coches nuevos con motores de combustión estará vetada a partir de 2035 a excepto aquellos coches capaces de funcionar con combustibles sintéticos. Pero… ¿qué podría llevar a tomar esa decisión? según informaciones que aportan desde medios como BBC, parece ser que sería reducir la presión económica que podría ejercer esta transición acelerada a la electrificación sobre las familias trabajadoras.
Aunque todavía no se ha confirmado de manera oficial, parece ser que este viernes el gobierno de Sunak haría el anuncio, permitiendo comprar coches y furgonetas de gasolina y diésel hasta 2035, así como poder seguir comprándolos y vendiéndolos a partir de esa fecha si son de segunda mano.
Ahora bien, en la práctica esta medida podría no tener mucho impacto puesto que debido a que muchos fabricantes están cerrando sus departamentos de desarrollo de motores de combustión interna, es probable que en muchos casos, las gamas de la gran mayoría de fabricantes a partir de 2030 sean completamente eléctricas. De hecho, a la industria del automóvil de Reino Unido no le sentaría nada bien al haber apostado ya todas sus inversiones a tener la gama eléctrica lista para 2030.