El Mazda MX-5 es uno de los pocos coches en el mercado que todavía puedes comprar nuevos a día de hoy que ha resistido los embistes de la electrificación y la adaptación a los nuevos tiempos, manteniendo muy bien la esencia que ha caracterizado al modelo desde hace más de tres décadas. Sin embargo, y aunque las intenciones del fabricante nipón es poder mantener esta fórmula hasta que las leyes lo impidan, pero es algo que acabará llegando y por ende, transformando las intenciones, por lo que tienen que tener también la vista puesta en el futuro.
En una reciente entrevista a Kato Matsue, el jefe de desarrollo de motores de Mazda, ha compartido algunos detalles sobre la dirección que planean tomar en el futuro. Y es entonces cuando le preguntaron acerca de la posibilidad de un MX-5 eléctrico, a lo que Matsue contestó que es algo que están barajando, dado que los principales mercados del roadster nipón son Europa, Estados Unidos y Japón. Y si algo tienen en común esos tres mercados es que todos ellos se están electrificando.
Añadió, además, que para 2030 espera que todos sus productos tengan algún tipo de electrificación, y esto incluiría también sus modelos deportivos, aunque todavía no sabe cuándo llegará ese momento. Y es que el gran problema en los vehículos eléctricos sigue siendo el enorme peso de las baterías de litio, algo que preocupa también a Matsue para este caso de uso concreto, porque una de las principales características del MX-5 es precisamente su ligereza.
Tal y como ha manifestado, siete años (hasta 2030) es un periodo corto y no espera que la densidad energética pase a ser dos o tres veces mejor que la actual densidad energética en baterías, si bien espera que sea mejor, pero no a ese nivel. Y lo que no quieren es un MX-5 pesado, teniendo en cuenta que ya consideran pesado como tal que el roadster detenga la báscula en los 1.500 kg.
Vía: Topgear
