Mercedes-AMG optó por una estrategia para sus modelos de cara a afrontar la electrificación y su transición: el downsizing. Algo que no es novedad en la industria, puesto que se lleva aplicando desde hace años, pero sí que resulta más llamativo cuando se aplica sobre divisiones deportivas de marcas.
BMW hace ya tiempo se desmarcó de Mercedes en su estrategia a largo plazo: mientras que la primera seguiría apostando por la electrificación y en paralelo por los motores de combustión (algo casi inédito en la industria), en Mercedes decidieron cerrar su departamento I+D de motores térmicos. Ahora, también vemos este desmarque en sus divisiones deportivas BMW M y Mercedes-AMG.
Y es que BMW M ha anunciado que no va a seguir la estrategia de downsizing de Mercedes-AMG, lo que quiere decir que van a seguir apostando por motores V8 y seis cilindros en línea hasta que ya no les quede más remedio que acabar por electrificar por completo. Y en esa transición, no contemplan la estrategia de Mercedes-AMG de instalar motores térmicos más pequeños con grandes baterías, sino que en su lugar, sean pequeñas baterías y motores eléctricos los que sirvan de apoyo al térmico.
Respecto a los M completamente eléctricos, por lo pronto no tienen pensado su lanzamiento al mercado en el corto y medio plazo, ya que consideran que la tecnología no está aún lo suficiente madura para un coche con un enfoque de circuito como pueda ser un M (aquel que pueda suministrar energía de manera continua y significativa). Y pone como ejemplo que en Nürburgring Nordschleife tan sólo se podrían dar una o dos vueltas y a no más de 250 km/h.
Vía: CarExpert