Algunos fabricantes con la llegada de eléctricos a sus catálogos optaron por emplear una submarca para los mismos para diferenciarlos respecto a los modelos de combustión. Sin embargo, ese tipo de apuestas junto a las de dotarles de una estética específica están comenzando a revertirse de cara a lograr una mayor homogeneidad en su gama.
En el caso de BMW, durante años han empleado una nomenclatura por la cual al final de la misma encontrábamos una ‘i’ indicando que se trataba de un propulsor gasolina o una ‘d’ indicando que se trataba de un propulsor diésel. Los ‘e’ inicialmente eran para los modelos más eficientes y posteriormente pasó a ser adoptada por sus híbridos. Pero con la llegada de sus eléctricos, comenzaron también a adoptar la ‘i’ delante de su nomenclatura, algo que comenzaron a hacer con el i3 y actualmente en su gama encontramos modelos como el i4, i5, i7 e iX que hacen uso de ella.
En una reciente pregunta por parte de BMWBlog a Bernd Körber, vicepresidente de producto y marca de BMW en relación a por qué el X3 M50 (que sustituirá al M40i) no contaba con la ‘i’ en su nombre, ha declarado lo siguiente: «Históricamente, aunque nuestra interpretación de BMW i siempre fue diferente, es más innovación, no necesariamente solo eléctrico, y históricamente teníamos inyección al final (de la nomenclatura), dijimos, nos gustaría mantener ‘i’ como un activo, y nos gustaría mantenerlo como una firma para indicar que estás conduciendo un coche eléctrico y esa era la lógica que teníamos.»
Como esto puede resultar algo confuso para algunas personas de cara a identificar a un modelo de combustión o uno eléctrico (por ejemplo, un 430i y un i4), desde BMW han anunciado que prescindirán de la ‘i’ en sus modelos de combustión, empezando este mismo año con las actualizaciones de los Serie 1 y Serie 2 así como el X3.