El CEO de Ford, Jim Farley, estuvo recientemente en la 81ª reunión de miembros de Goodwood en la que pudo estar pilotando un Mustang 289 V8 durante la copa Ken Miles que conmemora el 60 aniversario del modelo. Y allí estaba también Autocar que aprovechó para hacerle algunas preguntas.
Una de las preguntas clave que le hicieron fue si el Mustang de combustión morirá en el año 2035, ya que es una fecha en la que muchos países prohibirán la venta de coches con motor de combustión.
Farley le contestó con un: «¿estás seguro?» al periodista, seguido de un «No lo creo. Cuando necesitas una Transit para tu trabajo o eres un granjero con una pick-up en los Estados Unidos, la energía eléctrica es una opción terrible, y ni siquiera el político más radical a favor de la descarbonización puede estar en el lado equivocado de los clientes».
Y entonces continuó sugiriendo algunas alternativas: «Quizá la solución sea el hidrógeno. O combustibles sintéticos. Cada vez que alguien me dice que conoce el futuro, escucho una alarma en mi cabeza. No hay certezas en nuestra industria. He escuchado estas cosas mil veces: todos los coches serán eléctricos, todos los coches serán de hidrógeno, todos los coches serán diésel. Ha habido muchos callejones sin salida.»
De esta forma, Ford seguirá apostando por mantener vivo el Mustang V8 hasta que sea posible y siempre y cuando tenga demanda, por lo que el Mustang Mach-E no será en ningún caso un reemplazo del icónico Mustang.
Sin embargo, con las prohibiciones programadas para 2035, y con varias marcas habiendo cerrado ya sus departamentos de I+D de motores de combustión, parece difícil que veamos una apuesta generalizada por seguir desarrollando nuevos motores de combustión en el medio y largo plazo, por aquello de que todos quieren tener la certeza de que van a poder amortizar sus inversiones.
