Con el grueso de fabricantes centrados en la electrificación, casi la totalidad de anuncios que recibimos por parte de ellos referentes a nuevos desarrollos han dejado de estar enfocados en todo lo que rodea a la combustión. Sin embargo, Toyota sigue apostando fuerte por los motores térmicos, al menos mediante la hibridación.
Es por ello que Toyota, Mazda y Subaru han firmado un acuerdo de colaboración por el cual desarrollarán motores térmicos para diversos tipos de combustible y además, cada uno de ellos adaptados a la compañía (por ejemplo, bóxer en el caso de Subaru, motores cuatro cilindros en Toyota o rotativos en el caso de Mazda), de forma que no serán motores comunes a todas ellas. Recordemos, además, que Toyota tiene participaciones tanto en Subaru como en Mazda.
Teniendo presente la descarbonización de los motores de combustión interna, estas compañías optimizarán la integración de propulsores híbridos sobre estos motores térmicos, dando lugar a una nueva generación de híbridos. Para lograr esta descarbonización, estos motores podrán usar tanto biocombustibles, como combustibles sintéticos además de hidrógeno líquido.
Estos motores también los han introducido como unidades más compactas que permitirán a la hora de diseñar un vehículo hacer capós delanteros más bajos para así mejorar la aerodinámica del vehículo, y por supuesto, cumplirán con las nuevas normativas de emisiones de diferentes mercados en el mundo.
En las fotos publicadas del evento, se puede ver un prototipo del Crosstrek que hace uso del sistema híbrido de nueva generación de Subaru, mientras que Mazda muestra un motor rotativo capaz de contar con uno o dos rotores que actúan como generadores (como en el MX-30 R-EV), mientras que en el lado de Toyota encontramos un prototipo del Prius con un 1.5 de cuatro cilindros así como un motor de 2 litros de los que no se han publicado muchos detalles.