El hecho de que Tesla haya sido pionera en comercializar vehículos eléctricos a gran escala nos permite poder usarlos ahora como referencia de cara a poder conocer cómo son capaces de soportar el paso del tiempo las baterías, ya que es una de las principales preocupaciones a la hora de adquirir un vehículo de este tipo, ya que sufren tanto degradación por tiempo como por edad.
Sin embargo, el caso que hoy te traemos de un Tesla Model S 90D de 2016 de Reino Unido resulta muy interesante para poder valorar cómo afecta no sólo el paso del tiempo (que no sería la mejor unidad para tomar esta métrica, puesto que hay Model S del año 2012), sino cómo afectan los kilómetros a la batería.
Tras ocho años de uso como taxi, este Model S cuenta con más de 692.000 km (en el vídeo se menciona también otro que aparece en él con más de 600.000 km, también de su propiedad).
Y… ¿cómo han pasado los km por él? de los 557 kilómetros bajo ciclo NEDC que homologaba con su batería de 90 kWh, a día de hoy ha perdido 105 km de autonomía homologada, es decir, un 23% de su capacidad.
Además, al contar con cargas ilimitadas, también ha hecho un uso intensivo de las mismas en los cargadores de Tesla, y no sólo eso, sino que además suele cargarlo habitualmente al 100% y carga en supercargador varias veces al día (lo cual no es recomendable hacerlo de manera regular en baterías con la química como la que monta este Model S, que no aguantan tanto como las químicas LFP que montan los Model 3 y Model Y SR).
Y en relación a esto, Paul comenta también que el hecho de contar con supercargadores gratis le ha permitido ahorrar entre 8.300 y 11.800 euros al año respecto a un coche de combustión en cada uno de los Model S que tiene.
Es más, el propietario afirma no haber hecho ninguna reparación en el vehículo más allá de mantenimientos preventivos, lo cual implica que sigue teniendo los mismos aceites de fábrica en los motores (ya que Tesla no tiene contemplados cambiarlos en su programa de mantenimiento).
