Ford volverá próximamente a resucitar uno de sus nombres de modelos más icónicos, tocándole en este caso al Capri, pero al igual que ha sucedido con el Puma, no se parecerá ni remotamente al modelo original europeo fabricado entre 1968 y 1986. Y con esto, ya te podrás imaginar por dónde pueden ir los tiros.
Sí, efectivamente, será un coche eléctrico, y no será un coupé de dos puertas, sino que será un SUV Coupé basado en el Ford Explorer, o al menos, eso parecen indicar todos los indicios, porque la información publicada por Ford de momento es bastante escueta.
En concreto, hará uso de la plataforma del Explorer, que a su vez emplea la plataforma MEB del Grupo Volkswagen sobre la que también están desarrollados los Volkswagen ID.4 e ID.5. Esto será posible gracias al acuerdo de colaboración que mantienen ambos grupos para el desarrollo conjunto de vehículos eléctricos y comerciales.
Es por ello que casi con toda probabilidad nos encontremos los mismos órganos vitales ya vistos en el Explorer, con una configuración de propulsión trasera y un único motor de 286 CV (210 kW) y otra con dos motores y tracción integral con 340 CV (250 kW) y una batería de 77 kWh útiles (79 brutos), mejorando ligeramente la autonomía del Explorer debido a una aerodinámica sensiblemente mejor.
¿Contra qué rivales se tendrá que enfrentar? Modelos como el Opel Manta que llegarán también el próximo año contarán con un enfoque muy similar, aunque de este último tampoco conocemos todavía mucha información al respecto.