Alemania, el mercado automovilístico más grande del Viejo Continente, ha cerrado el mes de Julio con 30.762 matriculaciones de vehículos eléctricos. Comparándolo con el mismo periodo del año pasado en el que todavía tenían incentivos fiscales, supone una fuerte caída del 36,8%, siendo la mayor experimentada desde que cesaron los incentivos.
El total de matriculaciones asciende a 238.263 para vehículos de pasajeros, lo que supone una caída del 2,1%, cuya distribución se compone de la siguiente forma:
– 83.405 coches gasolina (+0,1%)
– 79.870 híbridos e híbridos enchufables (+18,4%)
– 43.107 diésels (+1,4%)
– 30.762 eléctricos (-36,8%)
– 1.078 GLP (+8,8%)
– 3 CNG (-98,6%)
Como puede apreciarse, salvando CNG y eléctricos, todos registran crecimientos positivos, sin embargo CNG ya estaban prácticamente muertos. Entonces… ¿qué está pasando con los eléctricos?
Más allá de la falta de subsidios y la falta de modelos económicos (que deberán comenzar a llegar a lo largo de los próximos meses), existe también otro problema añadido que los hace también menos atractivos que en otros países: los altos precios de la electricidad desde el inicio de la guerra de Ucrania, haciendo que en muchos casos tenga el coste a la hora de desplazarse de un híbrido, puesto que resulta complicado encontrar en carretera precios por debajo de los 0,50 EUR/kWh fuera de la red de Superchargers de Tesla y la cosa no es que sea drásticamente mejor si tienes un garaje con cargador propio (o al menos no tanto como en España).
Mientras tanto, algunos fabricantes están apostando por aumentar sus inversiones en motor de combustión interna para poder alargar su vida útil debido a que la transición no está funcionando a la velocidad esperada.