Pese a que hay estudios que refrendan que los vehículos eléctricos se incendian menos que los de combustión, lo cierto es que apagar los incendios que puedan producirse en los mismos resulta mucho más complejo.
Recientemente, un Mercedes EQE que se encontraba estacionado en el garaje subterráneo del complejo de apartamentos en Incheon (en Seúl), provocó daños a 140 vehículos (40 de ellos completamente calcinados), envió a 23 personas al hospital y ocasionó además que 700 residentes tuviesen que ser evacuados. Los bomberos tardaron 8 horas en extinguir el incendio.
Todavía no se conocen con exactitud las causas del incendio, más allá de que en el momento del incendio el vehículo no estaba cargando su batería y comenzó a declararse de forma espontánea.
Este incidente ha provocado que el gobierno cree una reunión de urgencia en la que poder poner sobre la mesa medidas o soluciones que no sólo permitan dar mayor confianza a los ciudadanos, sino también buscar soluciones conjuntas con los fabricantes. Algo especialmente importante si tenemos en cuenta que el país cuenta con varias marcas dedicadas tanto a la producción de vehículos eléctricos como de baterías para los mismos.
Una de las propuestas pasa porque los fabricantes de coches tengan que hacer público el fabricante de las baterías equipadas en sus modelos, de esta forma podrían llevar un mejor control sobre los riesgos de incendio por marca de batería y que los clientes puedan tenerlo en cuenta a la hora de adquirir un vehículo u otro. Recordemos que en la actualidad no es obligatorio que los fabricantes den a conocer el fabricante de las baterías de sus vehículos, si bien hay algunos que voluntariamente deciden darlo a conocer y en otros casos como el de BYD directamente hacen uso únicamente de baterías fabricadas por ellos.
