Volvo también da marcha atrás a sus planes de ser una marca completamente eléctrica para 2030 tal y como habían planeado inicialmente, siguiendo los pasos de Mercedes, Bentley, Ford y Porsche. Y esto ha sido coincidiendo con la presentación del lavado de cara del XC90, donde ha aprovechado para anunciar sus nuevos objetivos de electrificación.
El nuevo objetivo pasa porque los híbridos enchufables y vehículos eléctricos sean el 90-100% de las ventas anuales para finales de la década. Los modelos mild hybrid estarán en su catálogo más tiempo del inicialmente estimado, pero tan sólo para un número limitado de ellos.
El fabricante sueco confía en que para el próximo año, el 50-60% de ventas correspondan a modelos híbridos enchufables y eléctricos, viniendo del 48% que han logrado en el segundo cuatrimestre de este año. De ese 48%, el 26% corresponden a vehículos completamente eléctricos.
Por otra parte, atribuyen la lentitud en la adopción del vehículo eléctrico a que la infraestructura de carga no se ha desplegado a la velocidad esperada, mientras que otros países han reducido o eliminado las ayudas en la compra de vehículos eléctricos. A esto se suman ahora los nuevos aranceles anunciados por la UE únicamente para vehículos eléctricos importados de China que sin duda retrasarán más la transición en muchos países por hacer menos atractiva la oferta de modelos a precios razonables.
