Llevamos mucho tiempo escuchando acerca de la sobrecapacidad productiva en la industria europea y durante estos últimos meses es cuando más se ha hecho patente en el Grupo Volkswagen con el anuncio del cierre de la planta de Audi en Bélgica así como el anuncio a comienzos de Septiembre de uno o dos años de recortes para salvar a la compañía.
Aunque todavía nos faltaría por conocer en detalle el plan de recortes que quieren llevar a cabo, desde algunos medios ya sugieren que ascendería a 30.000 empleados en Alemania. Una cifra considerable teniendo en cuenta que allí actualmente tienen a 298.687 personas trabajando.
El mayor recorte se lo llevaría el área de I+D, que actualmente emplea a 13.000 personas y cuyo recorte oscilaría entre los 4.000 y 6.000 empleados, algo que obviamente llevaría aparejado un recorte en sus inversiones, que oscilaría entre los 10.000 y los 20.000 millones.
Y una de las víctimas de dicho recorte sería la supresión del desarrollo de la plataforma MEB+ que iba a servir para renovar los ID.3 e ID.4 hasta que llegase la nueva SSP (Scalable Systems Platform), que recordemos, esta última ya estaba retrasada. Las últimas informaciones referentes a MEB+ apuntaban al lanzamiento de los primeros modelos en 2026.
Estas decisiones -si finalmente se materializan- supondrán que su gama de producto eléctrica seguirá envejeciendo y perdiendo competitividad respecto a nuevas propuestas que están por llegar al mercado, especialmente ahora en 2025 donde se espera una ofensiva de eléctricos por debajo de los 30.000 euros que debería lograr un despegue de las ventas en el Viejo Continente, un mercado que ahora cobra más importancia que nunca para Volkswagen ya que en China cada vez menos clientes optan por Volkswagen y más por marcas locales.
