Posiblemente creías que el VR6 de Volkswagen llevaba muchos años sin producirse, pero nada más lejos de la realidad. La firma alemana cesó su comercialización poco después de 2010 en Europa, si bien, la mantuvo en América del Norte y China.
En concreto, en América del Norte hasta el 2023 y se ha mantenido hasta ahora en China con vehículos como el VW Teramont o el Talagon.
Sin embargo, un portavoz de Volkswagen (Andreas G. Schleith) ha informado en LinkedIn que la última unidad del motor VR6 se fabricó el 12 de Diciembre de 2024 tras 34 años de producción (desde 1991) con un total de 1,87 millones producidas que han servido para llenar los vanos de modelos como el Phaeton, Sharan, Transporter, Eos, CC, Passat, Corrado, Beetle, Passat o el Volkswagen Bora. Pero fuera de Volkswagen, también numerosos modelos se beneficiaron de él, como el Audi TT, SEAT León, SEAT Alhambra, Skoda Superb, Audi Q7, Porsche Cayenne, entre otros.
La principal diferencia entre un motor VR6 y un V6 convencional radica en la disposición de sus cilindros. En un V6 tradicional, encontramos dos bancadas de tres cilindros cada una, enfrentadas en un ángulo amplio que suele oscilar entre los 45º y los 90º. Esta configuración, aunque ofrece un buen equilibrio, resulta en un bloque motor relativamente ancho.
Sin embargo, Volkswagen, buscando una solución más compacta, ideal para vehículos de tracción delantera con motor transversal, desarrolló el innovador diseño del motor VR6, donde la «V» se refiere a la disposición en V y la «R» al término alemán «Reihenmotor», que significa motor en línea. La clave de este diseño reside en su estrecho ángulo en V, que va desde los 10,6º hasta los 15º entre las dos bancadas de cilindros. De hecho, el ángulo es tan cerrado que las bancadas casi se solapan, pareciéndose más a un motor de seis cilindros en línea escalonado que a un V6 clásico.
Esta peculiar configuración permitió a Volkswagen crear un motor de seis cilindros con una longitud similar a la de un motor de cuatro cilindros en línea, haciéndolo apto para su instalación transversal en vanos de motores diseñados para albergar bloques de cuatro cilindros. Esta característica fue crucial para modelos compactos del grupo como el Golf, el Passat o el Corrado, permitiéndoles ofrecer la potencia de un seis cilindros sin sacrificar espacio ni requerir grandes modificaciones en la carrocería.