CATL quiere dar un paso más allá y no dedicarse únicamente a la producción y venta de baterías a fabricantes de vehículos, sino también al desarrollo de chasis que luego puedan ser empleados también por estos mismos fabricantes.
Por ello, ha presentado el chasis ‘Bedrock’ para vehículos eléctricos que está enfocado a ofrecer la máxima seguridad en su paquete de baterías. Tal es así, que es capaz de soportar una colisión frontal a 120 km/h contra un post sin incendiarse ni explotar, estableciendo por tanto un nuevo estándar en materia de seguridad para vehículos eléctricos.
La plataforma «Bedrock» integra las celdas de la batería directamente en el chasis, empleando una estructura tridimensional biomimética inspirada en el caparazón de una tortuga, junto con una película aislante de alta ductilidad que absorbe la energía. Para su construcción, CATL ha utilizado acero de alta resistencia similar al usado en submarinos y aleación de aluminio de grado aeroespacial, reforzados con múltiples barreras, creando una estructura de rigidez excepcional.
Superando los estándares de seguridad actuales
Las pruebas realizadas con la plataforma «Bedrock» han demostrado resultados asombrosos. La plataforma es capaz de absorber el 85% de la energía de colisión del vehículo, un salto significativo en comparación con el 60% que absorben los chasis tradicionales. Este nivel de absorción de energía es crucial en impactos severos como los simulados en la prueba de choque frontal contra un poste, que simula colisiones contra árboles, postes de energía o animales.
Para contextualizar la magnitud de estos resultados, CATL señala que una prueba de choque contra un poste a 120 km/h genera 21 veces más energía que una prueba de impacto frontal a 56 km/h, que es el estándar actual en el programa de evaluación de vehículos nuevos de China (C-NCAP). Además de la prueba de 120 km/h, las celdas de la batería han superado con éxito pruebas de impacto de trineo de alta velocidad a 60 km/h, pruebas de flexión de 90 grados y pruebas de corte, demostrando su resistencia a incendiarse o explotar.
La seguridad no se limita a la estructura física. El circuito de alto voltaje de la batería se desconecta en tan solo 0.01 segundos después de un impacto, completando la descarga en 0.2 segundos, minimizando el riesgo de incidentes eléctricos posteriores al choque.
Otro de los grandes avances de la plataforma «Bedrock» es la reducción del ciclo de I+D para nuevos modelos de producción. Gracias a su diseño modular, desacoplado de la carrocería superior, la plataforma puede ser utilizada en múltiples tipos de vehículos, reduciendo el tiempo de desarrollo de 36 meses a tan solo 12-18 meses. Además, es compatible con los niveles de conducción autónoma L3 y L4, y ofrece flexibilidad en términos de software.
Avatr será la primera marca que utilice esta plataforma en un modelo de producción, pero es de esperar que pronto se sumen más fabricantes. ¿Cuál será el primer fabricante occidental que se anime a ello?