Audi ha anunciado que su próximo sedán mediano de combustión interna, que se presentará el 4 de marzo, mantendrá la denominación A6, en lugar de adoptar el nombre A7 como se había previsto inicialmente. Esta decisión supone un nuevo cambio de rumbo en la estrategia de nomenclatura de la marca, que en 2023 había anunciado un plan para asignar números pares a sus modelos eléctricos e impares a los de combustión.
La razón de este cambio, según ha explicado Marco Schubert, jefe de ventas y marketing de Audi, es el resultado de «intensas discusiones» y responde a los deseos de los clientes y los comentarios de los concesionarios internacionales. «Nuestra nomenclatura ahora proporciona a todos los clientes en todo el mundo una orientación intuitiva en nuestra cartera», afirmó Schubert. «Elegimos los nombres de nuestros modelos de manera que revelen el tamaño y el posicionamiento a primera vista».
Este no es el primer cambio de estrategia de Audi en lo que a nombres se refiere. Recordemos que en 2017, la compañía introdujo un nuevo sistema de nomenclatura para las motorizaciones, basado en rangos de potencia en kW, reemplazando las tradicionales denominaciones basadas en la cilindrada del motor (por ejemplo, 2.0 TFSI). Este sistema, que aún se puede ver en algunos materiales promocionales y configuradores online, tampoco ha estado exento de críticas por su complejidad desde que se anunciase.
Pese de la decisión de mantener el nombre A6 para el nuevo sedán de combustión, otros modelos se mantienen en una especie de «zona gris» en cuanto a su nomenclatura se refiere. El A5, que reemplazó al A4 el año pasado, conservará su nombre, mientras que su futura versión eléctrica se llamará A4, como estaba previsto inicialmente. Según Audi, esta aparente contradicción se justifica porque el A4 eléctrico será ligeramente más pequeño que el A5 de combustión.
Los SUV eléctricos Q4 y Q6 también mantendrán sus nombres pares, mientras que el Q5 de combustión conservará su número impar.
