La preocupación por la seguridad nacional ha llevado al Ministerio de Defensa británico a implementar medidas estrictas respecto a los vehículos eléctricos que contienen componentes chinos. De acuerdo a informes recientes, el personal de la base RAF Wyton en Cambridgeshire debe aparcar sus coches eléctricos con tecnología china a una distancia mínima de dos millas de edificios clave. Esta instalación alberga uno de los centros de inteligencia militar más importantes del Reino Unido, donde operan funcionarios de la alianza de inteligencia «Five Eyes» (Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda).
Restricciones similares se han establecido en Salisbury Plain, el área de entrenamiento militar más grande del país. Estas medidas no se aplican en todas las instalaciones militares, sino específicamente en ubicaciones consideradas sensibles para la seguridad nacional. La preocupación principal radica en que los sensores, cámaras y sistemas de conectividad de estos vehículos podrían utilizarse para recopilar información confidencial.
Los vehículos eléctricos modernos son esencialmente «grandes colecciones de sensores sobre ruedas» capaces de grabar audio y vídeo tanto dentro como fuera del coche. Por este motivo, altos mandos militares han recibido instrucciones de evitar mantener conversaciones sensibles dentro de vehículos chinos ante el temor de que puedan ser interceptadas. Esta inquietud no se limita solo a marcas chinas, sino que se extiende a fabricantes como JLR, BMW y Volkswagen que utilizan componentes de origen chino.
Las leyes de inteligencia nacional de China, que obligan a las empresas a cooperar con el trabajo de inteligencia estatal, han intensificado estas preocupaciones. El caso se agravó en 2023 cuando se descubrió un dispositivo de seguimiento chino en un coche del gobierno británico durante una revisión de seguridad.
Esta situación no es exclusiva del Reino Unido. En Estados Unidos, la senadora Elissa Slotkin ha presentado un proyecto de ley para impedir la entrada de coches chinos al mercado estadounidense debido a preocupaciones similares. La administración Biden también ha investigado los riesgos para la seguridad nacional que plantean los «coches inteligentes» fabricados en China.
El Ministerio de Defensa británico ha declarado: «Proteger la seguridad nacional es la base de todo lo que hacemos. Tenemos procedimientos de seguridad estrictos para garantizar que toda la información sensible esté protegida». Aunque no existe una prohibición centralizada, las organizaciones de defensa individuales pueden tener requisitos más estrictos en sitios específicos.
Curiosamente, China ha implementado restricciones similares sobre los vehículos Tesla en su territorio, preocupada por la posibilidad de que el gobierno estadounidense pueda acceder a datos recopilados por estos coches.