El fabricante de Ingolstadt tuvo un movimiento muy interesante y algo controvertido respecto a la actual generación del Audi S4, y es que como seguro recordarás, en sus inicios era un auténtico V8.
Tras el uso de un ocho cilindros como motor estrella, Audi decidió cambiar la tónica y renovar el motor, pasando a ofrecer menos cilindrada y menos potencia. Pasó a ser un 3.0 TFSI de 333 caballos, y la pregunta es… ¿por qué?
La respuesta, tras analizarlo todo, es sencilla: para mejorar. No sólo es más eficiente, sino también mucho más rápido y eficaz, gracias a que también pesa menos. Y todo esto, con un claro objetivo: no molestar al RS4.
La idea de Audi ha sido clara, ya que ha destinado al S4 al mismo nivel que el BMW 335i (ahora 335is), y así no entrar cuerpo a cuerpo con el M3, ya que de eso se encarga el RS4. Por ello mismo, avanza en todos los niveles, y no se queda atrás.
En este artículo del NYTimes se analizan a fondo todos estos cambios, y te recomendamos que le eches un vistazo (en inglés)
Vía: German Car Blog