Al fin y al cabo era lo que esperábamos, pero lo que no esperábamos era que el asunto se iba a poner tan, tan interesante. Fernando Alonso se ha llevado un Gran Premio de Singapur que con el tiempo fue cogiendo dificultad, hasta tal punto de dejarnos a todos con el corazón en un puño.
Detrás de él estuvo todo el rato cual sombra el alemán Sebastian Vettel, que a bordo de su Red Bull RB6 fue mucho más rápido que su compañero de equipo, Mark Webber. Lewis Hamilton acabó abandonando y diciendo adiós a una importante parte de sus posibilidades para ser futuro campeón, y desde luego no es algo que le haya hecho mucha gracia.
La carrera cogió la máxima tensión durante las últimas vueltas, ya que Vettel se acercaba tanto a Fernando que obligaba a ambos, a ir prácticamente al límite. Incluso pasaron muy cerca de Heikki Kovalainen, que en ese momento estaba apagando con sus propias manos y un extintor su monoplaza de Lotus, que comenzó a arder de una manera que no recordábamos.
Vía: GP Update