Ya se ha hablado mucho acerca de los problemas de Toyota con el diseño del acelerador, que por algún motivo se enganchaba y aceleraba el coche de forma involuntaria.
El fatal accidente que desató la polémica tuvo lugar en agosto de 2009, sin embargo no fué hasta septiembre de 2010 que se llegó a un acuerdo entre la compañia y la familia perjudicada. Y lo que faltaba por conocer en septiembre era la cantidad que debía pagar la marca en concepto de daños.
Hace unos días The Associated Press publicó dicha suma, que asciende a 10 millones de dólares, aunque diría que la fiabilidad de esta información no es total, pues la docuementación del caso no se ha hecho pública y la familia de los cuatro fallecidos en el accidente no ha confirmado nada de lo afirmado. Toyota por su parte, tampoco se ha expresado haciendo referencia al acuerdo.
En todo caso, 10 millones es mucho dinero para una familia. Sin embargo la pérdida de 4 seres queridos al mismo tiempo es algo que no se puede recuperar ni paliar con ningúna cantidad. Para la marca esos 10 millones no supone tanto desembolso, pero lo está pagando con la mala fama generada ultimamente, con las revisiones que se ha visto obligada a hacer a miles y miles de vehículos y posiblemente con la alteración de las ventas futuras por la desconfianza de los consumidores.
Y aunque sea algo repetitivo, yo personalmente sigo sin entender porqué el conductor no pudo evitar el accidente… pues quitar la llave del contacto o poner el coche en punto muerto no tiene mucho misterio.
Vía: The Associated Press