Durante mi instancia en un concesionario he tenido que preparar y realizar el cobro de las ayudas, el Plan 2000E. Sin embargo, trás muchisimas horas de trabajo, incluidas horas extra (y algunos tuvieron que trabajar la noche entera) para cumplir con el plazo de las solicitudes, se produjo un «colapso» inoportuno en el sistema y se han quedado fuera una cantidad enorme de solicitudes sin cobrar. Los clientes del concesionario se beneficiaron de las ayudas, que luego no se pudieron recuperar. Con el dinero de otros yo también puedo estimular las ventas.
Ahora el PP insiste en el Congreso de los Diputados al Gobierno que satisfaga con urgencia 4,7 millones de euros, correspondientes a las 9.578 operaciones del Plan 2000E que quedaron en el aire. De esa cantidad 3,4 millones corresponden a las comunidades autónomas y 1,3 al Ministerio de Industria. Eso supone los 1000 euros que venían del estado y los otros 1000 los daban los concesionarios, de modo que en conjunto suponian un descuento de 2000 euros.
La concesión de las ayudas públicas se realizó mediante FITSA (Fundación Instituto Tecnológico para la Seguridad del Automóvil). La concesión se abrió en marzo, con bastante retraso trás acabarse el presupuesto destinado a tales ayudas. En aquellas fechas el concesionario donde estaba todavía tenía que cobrar las ayudas relacionadas a ventas de coches realizadas más de 7 meses atrás.
El dinero no cobrado ascendía a cantidades enormes, lo que supuso una pérdida terrible para el concesionario. Con el dinero no cobrado podía haber cubierto los sueldos y salarios de sus trabajadores durante unos dos años. Desde entonces se han ido a la calle ocho trabajadores. Son ocho personas más que cobrarán del paro, que tendrán dificultad de dar de comer a sus familias, personas que luego posiblemente no encontrarán otro puesto de trabajo similar en mucho tiempo.
